El gasto en videojuegos físicos en Estados Unidos ha sufrido un desplome significativo, cayendo más del 50% desde 2021 y un 85% por debajo de su máximo histórico en 2008, según datos de Circana. Este cambio refleja la creciente preferencia de los jugadores por los videojuegos digitales, impulsada por conexiones de internet más rápidas, mercados en línea en consolas y el auge de los juegos de servicio con microtransacciones.
El informe de Circana también destaca que, aunque las ventas físicas se han reducido drásticamente, el gasto general en contenido, que incluye suscripciones y microtransacciones, ha aumentado desde 2019. Este cambio no afecta por igual a todas las plataformas: en Europa, la participación digital de Xbox fue del 75%, PS5 alcanzó un 64%, mientras que Nintendo se mantuvo en un 22%.
La disminución en lanzamientos también contribuyó al cambio, con solo seis nuevos juegos en el top 20 de Europa en 2024, frente a diez en 2023. Esto, combinado con un calendario más débil de lanzamientos en Nintendo Switch, explica parte del retroceso en las ventas físicas.