Shawn Layden, ex jefe de PlayStation, calificó al PlayStation 3 como “el momento Ícaro de Sony” en una reciente entrevista con Eurogamer. Según Layden, la ambiciosa apuesta por convertir al PS3 en una “supercomputadora” con funcionalidades como Linux y multimedia hizo que Sony se desviara del enfoque en los juegos, lo que limitó el éxito de la consola. A pesar de vender 87 millones de unidades, el PS3 quedó detrás de sus predecesores, el PS1 y PS2, y enfrentó dificultades debido a su complejo hardware y estrategia centrada en tecnología en lugar de experiencia para los jugadores.
Layden destacó que el gran aprendizaje de esta etapa fue redirigir el enfoque hacia los videojuegos como el corazón de la experiencia. Aunque las funciones multimedia son útiles, el éxito de una consola depende de ofrecer una plataforma de juegos sólida. Estas lecciones fueron clave para el desarrollo de futuros sistemas como el PS4, que priorizó a los jugadores y los títulos, consolidándose como uno de los mayores éxitos de la historia de PlayStation.