Elon Musk ha decidido trasladar las sedes de SpaceX y X de California a Texas, citando su descontento con la nueva legislación firmada por el gobernador Gavin Newsom, que prohíbe a los distritos escolares de California requerir que los padres sean notificados sobre el cambio de identificación de género de sus hijos. Musk expresó en X que esta ley fue “la gota que colmó el vaso”, y afirmó que tales políticas estatales están perjudicando tanto a familias como a empresas, motivándolo a mover sus operaciones a Starbase y Austin, respectivamente.
Además de sus razones empresariales y familiares, Musk también ha mostrado su apoyo político recientemente, respaldando al ex presidente Donald Trump y planeando contribuir significativamente a un super PAC pro-Trump. Esta decisión de traslado se produce después de que en 2021, trasladara la sede de Tesla de Palo Alto a Austin, manteniendo sin embargo su oficina en Palo Alto como “sede de ingeniería”. Las implicaciones de estos movimientos de Musk reflejan su creciente frustración con las políticas de California y su inclinación por apoyar entornos que considera más favorables para sus negocios y valores familiares.