Elon Musk ha reabierto su batalla legal contra OpenAI y su CEO, Sam Altman, con una nueva demanda presentada en un tribunal federal de California. Esta demanda, más extensa que la anterior, acusa a OpenAI de abandonar su misión sin fines de lucro y de participar en actividades de extorsión, describiendo las acciones de Altman y otros como “traición de proporciones shakesperianas”. La demanda sigue a una crisis de liderazgo en la que Altman fue despedido brevemente y luego restituido, con Microsoft adquiriendo un asiento sin derecho a voto en la junta de OpenAI.
Además de los dramas internos, la demanda de Musk sostiene que OpenAI, con la ayuda de Microsoft, ha desviado su misión original para crear un entramado opaco de afiliados con fines de lucro, afectando la transparencia y el propósito original de la organización. Este movimiento legal se produce en medio de investigaciones reguladoras en curso y la salida de varios líderes de seguridad de OpenAI, lo que subraya una lucha continua sobre la ética y la seguridad en la rápida evolución de la IA.