Bungie, el desarrollador de Destiny 2, despidió recientemente a 220 empleados, aproximadamente el 17% de su fuerza laboral, citando “costos crecientes de desarrollo y cambios en la industria”.
Esta es la segunda ronda de despidos en menos de un año. Los empleados actuales y antiguos han criticado duramente al CEO Pete Parsons por su gestión, calificando la decisión como “inexcusable” y pidiendo su renuncia. En redes sociales, empleados como Dylan Gafner y Ash Duong expresaron su frustración, señalando que muchos de los despedidos eran considerados valiosos y críticos para el éxito de la empresa.
La comunidad de Destiny también ha mostrado su enojo, con creadores de contenido como MyNameIsByf pidiendo un cambio de liderazgo debido a decisiones que consideran perjudiciales para el estudio y sus empleados. Estos despidos siguen a informes de una caída del 45% en los ingresos proyectados de Bungie y críticas hacia la respuesta de la gerencia ante la disminución de la popularidad de Destiny 2.