Un grupo de ex ingenieros de SpaceX ha presentado una demanda contra Elon Musk por acoso sexual y represalias en un tribunal estatal de California, intensificando su batalla legal multifacética con el CEO multimillonario y su empresa aeroespacial.
Los ocho ex empleados alegan que Musk creó conscientemente un ambiente de trabajo hostil al intercalar fotografías sexuales, memes y comentarios que degradaban a mujeres y/o la comunidad LGBTQ+ en el lugar de trabajo.
Los demandantes afirman que algunos compañeros de trabajo hicieron comentarios de acoso que imitaban las publicaciones de Musk en Twitter, creando un ambiente de trabajo incómodo y hostil. En 2022, los trabajadores colaboraron en una carta abierta expresando preocupaciones sobre el comportamiento de Musk y la cultura de la empresa, y alegan que fueron despedidos en represalia.
La demanda alega que Musk personalmente decidió despedirlos en represalia por su activismo. Cuando un oficial de recursos humanos sugirió realizar una investigación, Musk supuestamente respondió: “No me importa, despídanlos”.
El Wall Street Journal reportó alegaciones de que Musk hizo avances sexuales hacia mujeres en SpaceX, incluyendo una ex pasante con la que tuvo relaciones sexuales. La presidenta de SpaceX, Gwynne Shotwell, acusó al Journal de presentar “falsedades, tergiversaciones e historia revisionista”, y defendió a Musk diciendo que es “una de las mejores personas que conozco”.