God of War regresa con una nueva mitología que no solo redefine la franquicia, sino que la eleva a otro nivel, consolidándose como uno de los mejores videojuegos de 2018. Dejando atrás la mitología griega, esta entrega nos lleva a la nórdica, donde Kratos, acompañado de su hijo Atreus, emprende un viaje emocional hacia la cima de una montaña para esparcir las cenizas de su esposa fallecida, Faye. En su travesía, enfrentan retos en forma de criaturas místicas y personajes intrigantes de Midgard y otros reinos.
Por primera vez, vemos a Kratos en un rol profundamente humano y paternal, lidiando con el duelo y mostrando preocupación por su hijo. Este cambio lo convierte en un personaje mucho más complejo e identificable, alejándose de su versión pasada como una simple marioneta de la guerra. Atreus, por su parte, sorprende al ser un compañero activo que no solo ayuda en combate, sino que también crece como personaje, mostrando un arco narrativo emocionante mientras busca demostrar su valía.
Visualmente, God of War es impresionante. Cada escenario está lleno de detalles que dejan boquiabiertos, especialmente si se juega en un PlayStation 4 Pro con un televisor 4K. La atención al diseño hace que esta aventura sea inolvidable.
En cuanto a jugabilidad, la introducción del hacha Leviathan aporta frescura al combate y a la resolución de puzles. También destaca el regreso del Spartan Rage, que añade adrenalina a las batallas. Sin embargo, algunos enfrentamientos con villanos pueden sentirse repetitivos debido a la limitada variedad de enemigos. Por primera vez en la saga, se incluyen opciones de personalización y mejoras para los personajes, lo que agrega profundidad estratégica al juego.
El corazón de God of War reside en su narrativa. La conexión emocional entre Kratos y Atreus, junto con el desarrollo de sus personajes, ofrece momentos profundamente conmovedores que sorprenderán incluso a los jugadores más veteranos. Es una historia de pérdida, crecimiento y redención que reinventa la franquicia.
Si tienes dudas sobre si deberías jugar God of War, la respuesta es clara: TIENES que hacerlo. Este es el mejor videojuego de la serie y uno de los más destacados de su generación. Un imprescindible para cualquier jugador.