Las películas de temporada navideña ya tienen un nuevo título para añadir a su lista con el regreso del director Robert Eggers y su cuarto filme, Nosferatu. Esta nueva versión del clásico filme silente de 1922 nos transporta a la década de 1830, donde el agente inmobiliario Thomas Hutter (Nicholas Hoult, Renfield) viaja a Transilvania para un encuentro fatídico con el Conde Orlok (Bill Skarsgård, IT), un cliente potencial. Mientras tanto, su nueva esposa Ellen (Lily-Rose Depp, The Idol) queda bajo el cuidado de sus amigos Friedrich y Anna Harding (Aaron Taylor-Johnson y Emma Corrin). Plagada de visiones horribles y un creciente sentido de terror, Ellen pronto se enfrenta a una fuerza maligna más allá de su control.
Es importante ajustar las expectativas: esta no es una película violenta ni sangrienta. Nosferatu es un relato de horror gótico que avanza a un ritmo constante, cautivando con una historia de amor. Como en muchas películas de vampiros, el amor es un tema central, aunque aquí también puede interpretarse como una metáfora de una relación tóxica y la obsesión enfermiza de una figura que persigue a su expareja. Aunque la historia será familiar para muchos, los cambios realizados justifican esta nueva versión.
La cinematografía es impresionante, evocando los filmes alemanes de la época, con un enfoque en las expresiones de los actores. Las recreaciones de escenas del filme original están ejecutadas con excelencia.
Donde esta película realmente triunfa es en las actuaciones. Bill Skarsgård desaparece por completo en el papel del Conde Orlok, ofreciendo una de las mejores interpretaciones de su carrera. Su caracterización es misteriosa, intimidante y totalmente absorbente, con un diseño del personaje que aporta frescura al clásico. Sin embargo, quien roba el show es Lily-Rose Depp, entregando una de las mejores actuaciones del año. Su habilidad para expresar emociones intensas y su manejo físico del personaje son impresionantes, incluso en los momentos más extremos. Nicholas Hoult también brilla al transmitir horror y pánico en la presencia de Orlok, y, como era de esperarse, Willem Dafoe es impecable en su rol.
Mis expectativas eran altas debido al trabajo previo de Eggers, cuales son The Witch, The Northman y The Lighthouse y me complace decir que se cumplieron. Las actuaciones, especialmente de Depp y Skarsgård, son cautivadoras, y esta es una película que merece ser vista en el cine. Nosferatu demuestra que el cine sigue siendo un espacio para vivir experiencias inolvidables. Bajo el sistema de Like o No Like de Yo Soy Un Gamer, este filme se lleva un rotundo “Like”.