Bungie, desarrolladora de Destiny, ha despedido a 220 empleados, lo que representa el 17% de su fuerza laboral. Estos recortes, que incluyen roles ejecutivos, se deben a los crecientes costos de desarrollo y cambios económicos.
A pesar del éxito de la expansión “The Final Shape”, Bungie ha decidido centrarse en Destiny y el próximo juego Marathon, integrando 155 roles adicionales en Sony Interactive Entertainment. Además, un proyecto de incubación se convertirá en un nuevo estudio bajo el sello de PlayStation Studios. Con estas medidas, Bungie busca estabilizar su situación financiera y asegurar un futuro sólido para sus desarrollos.