El Departamento de Justicia de Estados Unidos, ahora bajo la administración de Trump, reafirmó su exigencia de que Google venda su navegador Chrome como parte de una medida para frenar su dominio en el mercado de internet.
Esta solicitud fue presentada por primera vez el año pasado bajo la administración Biden y busca desmantelar parte del negocio del gigante tecnológico, una de las acciones más agresivas en un caso de monopolio desde el intento de dividir a Microsoft en el 2000.
El documento legal presentado el viernes argumenta que “Google se ha convertido en un coloso económico que domina el mercado para garantizar que siempre gane”, lo que afecta la competencia y el acceso del público a otras opciones. La decisión de mantener esta postura sugiere que la administración Trump seguirá una línea dura contra las grandes tecnológicas.